El miedo al fracaso.

El miedo al fracaso tiene mucha presencia en nuestra sociedad, nos fue inculcado en la niñez y lo arrastramos por la vida. Aunque, realmente, el fracaso no existe, es simplemente la opinión de alguien que tiene una idea determinada de cómo deben ser y hacerse las cosas.

Estamos llenos de convencionalismos que nos dicen cómo debemos actuar y de qué manera hay que hacer las cosas, sin pararnos a pensar si realmente esa opción es para nosotros la más valida. Y aun cuando consideramos que ese es el resultado o que así queremos proceder, si no lo conseguimos, vivimos esa contrariedad no como un inconveniente, sino como un fracaso de nosotros mismos como individuos.

El no triunfar en algo que trato de hacer no implica mi fracaso como persona, se trata simplemente de que no he conseguido el éxito en esta tarea y en este momento presente.

Cuando un animal lleva a cabo una acción, no se cuestiona su éxito o fracaso, simplemente hace lo que puede como puede. Por ejemplo, si un gato quiere cazar un ratón y se le escapa, en lugar de lamentarse porque ha fracasado, sigue intentándolo hasta que consigue atrapar uno.

Es ahí donde el ser humano se complica, en lugar de seguir intentando lo que quiere conseguir, se dedica a lamentarse y opta por dejar de practicar aquello que desearía lograr.

Una de las frases que oímos todos desde pequeños es “hazlo lo mejor posible” y es la piedra de toque de la neurosis del éxito y el logro, ya que, realmente, lo que nos han querido decir, y así lo hemos interpretado, es “esfuérzate para ser el mejor”, “esfuérzate y hazlo bien”.

¿Qué pasa si simplemente hacemos las cosas?, ¿para pasear en bicicleta hemos de ser acaso los mejores ciclistas?, ¿para disfrutar bailando en una fiesta, hemos de ser bailarines profesionales?, ¿acaso no podemos ser mediocres y disfrutar sólo por el hecho de hacerlo?

El hazlo-lo-mejor-que-puedas puede impedirte probar actividades nuevas y disfrutar de las viejas.

Si tienes alguna duda o te interesa tratar algún tema en concreto puedes contactar conmigo por teléfono o correo electrónico.